Así fue nuestro mundo de niños y mozuelos, en blanco y negro, en azul oscuro y gris marengo y nuestras madres y abuelas siempre vestidas de negro y nuestras almas... alguien estaba encargado de hacernos creer que siempre estaban negras porque siempre estábamos en pecado.
Estaba prohibido soñar en colores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario